A todas aquellas generaciones de mujeres anónimas que…
Nacieron para trabajar pero nunca fueron consideradas trabajadoras: eran sólo mujeres que desde su infancia ayudaron a sus padres para sacar adelante a sus familias, luego construyeron sus hogares bajo un techo propiedad de sus maridos, educaron y cuidaron a sus hijos con más o menos recursos y los ayudaron cuidando a sus nietos. En este sentido y dentro de esta no valorada trayectoria queremos reivindicar el RECONOCIMIENTO a que todas estas horas de esfuerzo son trabajo; trabajo sin jornada, sin seguridad social, sin remuneración pero Trabajo.
Vieron que el ámbito privado no es tarea propia de ningún sexo, pero en una época donde sí lo era porque no había ni igualdad ni libertad consiguieron oportunidades para “abandonar” estos estereotipos y atributos que les eran asignados, no podemos olvidarlas; desarrollaron sus profesiones, simultaneando unas tareas con otras, aprendieron y se formaron ganando muchas batallas a los límites impuestos por la sociedad del momento. Fueron las primeras impulsoras del cambio, nos abrieron las puertas a las demás para seguir ganando batallas en el ámbito público.
A las que nacimos con libertad, con capacidad de elección y como motores en la creación de leyes, de normas y de medidas que seguimos cosechando. Nos queda mucho por hacer, todavía nos queda la batalla más importante, por mucha paridad que exista, por muchas mujeres dentro del mercado laboral, necesitamos transformar nuestro ámbito cotidiano para educar a niños y niñas en las mismas condiciones, tenemos que ganar esta batalla, transformar la sociedad mediante la educación de nuestros hij@s para conseguir una sociedad más justa e igualitaria.
Vieron que el ámbito privado no es tarea propia de ningún sexo, pero en una época donde sí lo era porque no había ni igualdad ni libertad consiguieron oportunidades para “abandonar” estos estereotipos y atributos que les eran asignados, no podemos olvidarlas; desarrollaron sus profesiones, simultaneando unas tareas con otras, aprendieron y se formaron ganando muchas batallas a los límites impuestos por la sociedad del momento. Fueron las primeras impulsoras del cambio, nos abrieron las puertas a las demás para seguir ganando batallas en el ámbito público.
A las que nacimos con libertad, con capacidad de elección y como motores en la creación de leyes, de normas y de medidas que seguimos cosechando. Nos queda mucho por hacer, todavía nos queda la batalla más importante, por mucha paridad que exista, por muchas mujeres dentro del mercado laboral, necesitamos transformar nuestro ámbito cotidiano para educar a niños y niñas en las mismas condiciones, tenemos que ganar esta batalla, transformar la sociedad mediante la educación de nuestros hij@s para conseguir una sociedad más justa e igualitaria.
0 comentarios:
Publicar un comentario