
SI a más solidaridad
Decir sí a la Constitución es apostar por una Europa que trabaje por la globalización de la solidaridad y la extensión del respeto a los derechos humanos en todo el mundo, una Europa que se implique de una manera directa y efectiva en la lucha a favor de la paz y en contra de la pobreza.
La Constitución Europea proclama como uno de los objetivos de la acción exterior de la Unión Europea el auxilio a las víctimas de los conflictos y de las catástrofes naturales en el marco de un espíritu de solidaridad entre los pueblos, lo que la convierte en el primer tratado de la Unión en el que se contempla la ayuda humanitaria. La inclusión de la ayuda humanitaria como objetivo concreto de la Unión Europea supone toda una declaración de intenciones de convertir a la Unión Europea en un referente del respeto a los derechos humanos y de mundialización de la solidaridad, que sin duda contribuirá a mejorar el mundo que conocemos.
Ante cualquier tipo de catástrofe humanitaria la Unión actuará con una sola voz y se coordinará una acción común, que sin duda contribuirá a una mejor evaluación de las necesidades de las personas afectadas, aumentando la efectividad y mejorando la ayuda.
Además, se establece que la Unión actuará con una voz única en política exterior, lo que aumentará la fuerza de Europa en el ámbito exterior, le dará un mayor peso específico en política exterior, y permitirá que Europa pueda extender sus valores de paz y solidaridad en el ámbito internacional.
La Constitución es más solidaridad, y por ello la Unión se adherirá al Convenio Europeo para la Protección de los Derechos Humanos y de las Libertades Fundamentales, de forma que será objeto del mismo control exterior que sus Estados miembros, una forma de garantizar el respeto a los Derechos Humanos y las Libertades Fundamentales por parte de todos los estados miembros, que además, estarán sometidos al control de la Unión, que velará por su estricto cumplimiento.
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