El balance de nuestros 18 años en la Unión no puede ser más positivo. Se trata de la historia de un éxito que queremos que se mantenga y avance. Por ello queremos reforzar Europa y queremos aprobar la Constitución Europea. Con la Constitución europea apoyamos el progreso de España y reforzamos, en Europa y en el mundo, nuestro modelo social, político y económico.
La Constitución Europea amplía y actualiza los valores y objetivos esenciales de la Unión, entre los que destacan la paz, la libertad, la democracia, el pluralismo, la solidaridad, la igualdad, la tolerancia, la justicia, los derechos humanos, la erradicación de la pobreza y la protección del medio ambiente.
PAZ
En la Constitución Europea, la paz se erige como objetivo fundamental de la Unión, tanto hacia el interior de nuestras fronteras como hacia el resto del mundo. Con la nueva Constitución, la Unión se propone definir un mundo más justo e integrador para reforzar la paz y la seguridad global.
DEMOCRACIA
Además, con la Constitución Europea la Unión será más democrática, transparente y participativa. Se fortalece el papel del Parlamento Europeo y se reconoce el derecho de iniciativa ciudadana, por el que un millón de europeos podrán solicitar aquellas medidas legislativas que estimen necesarias.
DERECHOS SOCIALES
La Constitución Europea incorpora el modelo social europeo al proyecto de la Unión y se compromete a la erradicación de la pobreza. El empleo está incluido como objetivo en todas las líneas políticas de la Unión, haciéndose mención expresa a la necesidad de combatir la exclusión social y la discriminación, así como promover la justicia y la protección social. Además, la Constitución Europea ha introducido nuevos derechos, los llamados de tercera generación, referidos a la protección de las personas mayores y la infancia, la biotecnología o la protección del medio ambiente y la promoción del desarrollo sostenible. Igualmente, la Constitución señala que la Unión ha de promover la igualdad y la solidaridad intergeneracional.
DERECHOS POLÍTICOS
Además, con la Constitución europea los españoles adquiriremos la ciudadanía de la Unión, que se añadirá a la ciudadanía nacional sin sustituirla. Con esta ciudadanía, se reconocerá como derecho el residir libremente en Europa, el ser candidato en las elecciones europeas y municipales en cualquier país miembro, el acogerse y recibir protección de las autoridades de cualquier otro país miembro de la Unión, allí donde España no cuente con representación diplomática o consular; el dirigirse al Parlamento Europeo, al Defensor del Pueblo Europeo, a las instituciones y a los órganos consultivos de la Unión.
LIBERTAD, SEGURIDAD Y JUSTICIA
Con la Constitución, la Unión Europea podrá garantizar mejor la seguridad a sus ciudadanos mediante medidas de prevención y lucha contra la delincuencia. Además, la Constitución prevé una cláusula de solidaridad entre los Estados en caso de ataque terrorista o catástrofe natural o humana.
SOLIDARIDAD
La Constitución Europea reconoce la solidaridad como la mejor garantía para la seguridad y el desarrollo en el mundo. Para ello prevé la creación de un Cuerpo Europeo de Voluntarios para actuaciones humanitarias. Dentro de Europa, la Unión sigue comprometida con la promoción de un elevado nivel de cohesión social y territorial, que se reafirma como objetivo fundamental para reducir y eliminar las diferencias entre países y regiones.
UNA GLOBALIZACIÓN MÁS JUSTA
La Constitución Europea consolida la Unión Europea como actor global. Europa es un referente y un modelo para el mundo que, con la Constitución, será capaz de actuar y ejercer como actor global influyente ante los nuevos retos a los que se enfrenta el mundo. La creación de la figura del Ministro de Asuntos Exteriores de la Unión contribuirá a la eficacia, continuidad y visibilidad de las decisiones comunitarias en política exterior, influyendo así de manera significativa en la defensa de los derechos humanos, la democracia, la paz, la cooperación, la prevención y la búsqueda de una solución pacífica y negociada de los conflictos. Una Europa más fuerte permitirá incidir de manera más eficaz en la definición de un orden internacional más justo y democrático.
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